El término telepatía, que proviene del griego (tele, ‘distante’; patheia, ‘sentimiento’), refiere la capacidad de transmitir información mentalmente. Es decir, designa la comunicación extrasensorial por vía telepática. Ésta permite el intercambio de información mediante el contacto mental entre personas. Esta forma de interacción es conocida desde hace tiempo. Sin embargo, la mayoría de la gente ignora su poder real, así como sus beneficios.
Existen diversas formas de practicar la telepatía. Para los iniciados, una de las más fáciles y gratificantes es la grupal. Además, gracias a ella, los poderes mentales paranormales se ven enormemente incrementados. Esto sucede debido a que, cuando las mentes se mueven en armonía, es posible lograr una especie de circuito de potencia mental de gran energía, más que si se tratara de una sola persona. En esta oportunidad, le presentamos algunos juegos grupales que le permitirán ingresar en el universo telepático y comenzar a aprovechar su vía de comunicación. Son muy simples y divertidos. Recuerde que, si no cuenta con un grupo de personas para practicar, también se pueden realizar de a dos.
ALGUNOS CONSEJOS ANTES DE EMPEZAR
Si bien las prácticas que le proponemos son bastante simples, precisan ser realizadas en cierto contexto para ser efectivas.
- En primer término, es muy importante seleccionar a las personas con quienes se intentará comunicarse telepáticamente. Para esto, tenga en cuenta que no sean escépticas, que tengan buenas relaciones entre sí y que estén dispuestas a repetir el proceso varias veces. Además, cuanto más se conozcan, mejor será el intercambio de información y la conexión energética.
- Por otro lado, el clima debe ser informal, cálido y distendido; las tensiones nunca son buenas porque inhiben los procesos mentales.
- Durante la interacción, cada receptor debe anotar en un papel las informaciones que perciba. Cuando el juego se haya realizado varias veces, las anotaciones se pueden sustituir por la palabra directa, hablando. En este caso, el emisor debe estar de espaldas al grupo; de este modo, sus gestos no generarán distorsiones ni permitirán inferir informaciones erróneas o falsas.
- Por último, es muy importante que los participantes estén familiarizados con las características del proceso, así como con los fundamentos de la emisión y recepción telepáticas. Con este fin, comente brevemente qué es la telepatía, cómo se produce y cuáles son sus expectativas frente a esta práctica.
TRES EJERCICIOS PARA ESTIMULAR SU CAPACIDAD TELEPÁTICA
- Ejercicio 1: Objetos simbólicos
En este juego, cualquier cosa puede actuar como una suerte de atadura para la mente del emisor y promover la comunicación con los recuerdos conscientes. Su realización es muy simple. Sin que el resto del grupo lo vea, el emisor debe tomar con su mano un objeto personal –anillo, billete, aro, etc.- y concentrarse en él. Puede hacerlo con los ojos cerrados o abiertos; pero, si elige esta última opción, no debe mirar su mano ni a los demás participantes. Fije la vista en un punto vacío, tal como cuando viajamos y no percibimos el paisaje exterior a través de la ventanilla, sino que estamos sumergidos en nuestro interior. Luego, deje que el objeto llene su conciencia: visualice su forma, sus colores, y deje que las asociaciones de ideas fluyan en torno a él.
La duración del proceso de transmisión es variable. Hay que estar atentos a la intuición de los participantes. A veces, la mayoría está de acuerdo en que han percibido la información correcta. En ese caso, se da por finalizado el proceso telepático y se corroboran las percepciones. Otras necesitan más tiempo.
- Ejercicio 2: Rastreo de personas
Quien emita deberá pensar en una persona sólo conocida por él y escribir su nombre en un papel. Si lo desea, puede usar una fotografía. Luego, comenzará a recordar, poco a poco, cada uno de sus encuentros o, al menos, los más recientes. Una vez que haya elegido un recuerdo, se concentrará en la transmisión concreta de la información.
No se espera que los receptores “adivinen” el nombre de la persona, pero sí que perciban algunas características de su personalidad, sus gustos, el color de su pelo, etc. Por eso, es muy importante que los participantes estén desinhibidos. Puede pasar que consideren descabelladas sus percepciones y no se animen a decirlas. Sin embargo, esta información no debería ser descartada, ya que podría resultar muy precisa y valiosa para el proceso.
- Ejercicio 3: El grupo como transmisor
Aquí, se hace salir de la habitación a una persona para que el resto de los participantes se pongan de acuerdo en la información que transmitirán. Luego, el receptor deberá sentarse en el centro del grupo con los ojos cerrados. Se recomienda comenzar enviando información simple; por ejemplo: luz, agua, noche, etc. para, luego, ir incrementando, poco a poco, el nivel de complejidad.
Una vez que se haya decidido qué transmitir, cada uno de los participantes deberá concentrarse y emitir. Por orden, una vez que considere que se está produciendo su transmisión, debe comenzar el siguiente. Así hasta que todo el grupo esté conectado. El máximo de energía se debe mantener por cinco minutos. Luego, lentamente, todos tendrán que comenzar a desconectarse. Hay que tener en cuenta que no es bueno cambiar el receptor cuando la conexión esté siendo efectiva, menos aún, en medio del proceso. Sería una lástima desaprovechar la energía que se haya logrado generar. Sin embargo, tampoco es recomendable que el receptor cumpla ese rol más de cinco veces. La potente energía que reciba podría generarle dolores de cabeza o algún otro malestar. Por eso, se recomienda descansar luego de haber participado.
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